EL SILBO GOMERO *
Sílbame un silbo que vaya
de la cumbre hasta las playas.
Llena a tope tus pulmones,
ínflate el pecho paisano,
que su fuerza sea tanta
que no la paren tus manos.
Que tu silbo atraviese
el rumor de las cañadas;
que galope sin descanso,
que no lo detenga nada.
Que no le quiten el aire,
ni le corten el aliento.
Que vuele con su mensaje
al confín del firmamento.
Y que el bucio alce la voz
para servir de testigo,
de notario y de juez
de su nacimiento antiguo.
Para el silbo no hay fronteras,
aunque viva en La Gomera.
Navega en mil direcciones.
No te vayan a atrapar,
ni las sirenas del viento
ni los arcanos del mar.
Que no te frenen las cimas
de los picos más agudos.
Para más lejos llegar,
navega solo y desnudo.
Descuélgate por los ancones,
a La Fortaleza sube,
deslízate por los barrancos,
cabalga sobre las nubes.
Todos los pueblos unidos
por la red de los silbidos.
Sílbale a los cuatro vientos:
desde El Cano a la Zarcita,
de Santiago a Tamargada,
desde Agulo hasta La Villa.
Desde Alajeró a Manjona,
de Igualero a La Rajita,
de Vallehermoso a Tejiades,
de Guariñén a Meriga.
Desde Ereces a Ayamosna,
desde Targa a La Palmita,
de Tapahuga a Arguayoda,
desde Avalos hasta Ojila.
De Teselinde a Tecina,
desde Imada a Punta Llana,
de Vegaipala a Talisca,
de Las Rosas a La Dama.
El silbo no admite rayas,
ni en el monte ni en la playa
Salta lomadas por pares;
las veredas, ni las cuentes;
los valles, de mar a cumbre;
sin respiro, las pendientes.
Sube a las altas pincoras
de los laureles más altos
y a los roques más altivos
y hasta la cima de El Alto.
Baja a los rojos veriles,
nada luego hasta los barcos,
y busca lapas de plata
en las bajas y en los charcos.
Quiero que en el aire vibre
el silbo gomero, libre.
Idioma prieto, ondulante,
asidero, voz, cornisa.
Eres música en el viento,
en alisios y en la brisa.
Túnel en el espesor
de los aires. Largo intento.
Puente colgante y atajo.
Cable, camino y aliento.
Paloma turqué, rabiche;
ave fénix, mensajera,
llena de paz tus costales
para sembrar La Gomera.
Es nuestra lengua ancestral
Patrimonio Universal
Eres referente fijo,
más allá de la memoria.
Eres llanto y eres canto,
en la isla y en la historia.
Eres viento solidario,
alma profunda gomera,
pregonando libertades
y atravesando fronteras.
Sobrevuela todo el orbe,
embajador de hermandad,
y comparte tu lenguaje
con toda la Humanidad.
Y en la aguja de tu voz
enhébrame las mañanas,
con aliento del alisio
y perfume de retama.
* Poema para ser recitado con fondo de chácaras y tambores.
Oswaldo Izquierdo Dorta, Cuencos Sonoros y Otros Poemas, Centro de la Cultura Popular Canaria, La Laguna, 2010.